El lupus eritematoso es una enfermedad crónica y autoinmune, en la que nuestro propio sistema inmunitario ataca a órganos y tejidos. Las manifestaciones del lupus pueden aparecer en cualquier órgano o sistema del cuerpo, incluido el ojo, que puede verse afectado debido a la respuesta inflamatoria. De hecho, en muchas ocasiones los síntomas oculares preceden al desarrollo clásico de la enfermedad.
Las manifestaciones del Lupus en los ojos pueden ser confundidas con otras patologías. Algunos síntomas pueden ser sensación de arenilla, ojos pesados, inflamación, dolor, molestias con la luz…
Otra manifestación ocular del lupus es la inflamación de los tejidos internos del ojo lo que provoca uveítis. La uveítis puede ocasionar pérdida de visión, visión borrosa y dolor. Pueden afectarse también los vasos de la retina, lo que es una indicación de gravedad, ya que también pueden estar afectados los vasos del cerebro y otras partes del cuerpo.
Esta dolencia puede llegar a tener impacto en el sistema nervioso central y provocar neuritis óptica y oclusiones vasculares retinianas. En estas ocasiones será necesario tratar las obstrucciones vasculares y las trombosis venosas tanto a nivel de oftalmólogo como añadir al régimen de tratamiento de la enfermedad la terapia anticoagulante.
Manifestaciones del Lupus en los ojos
El oftalmólogo realizará una exploración completa. Después se procederá a solicitar un análisis de sangre, en el que se incluyan los marcadores de enfermedades autoinmunes. Si los resultados evidencian sospechas de esta enfermedad, el oftalmólogo puede administrar corticoides por vía oral y remitirá al paciente a su reumatólogo o internista para filiar la enfermedad y coordinar el tratamiento.
Es importante descartar que existan enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso cuando el paciente (y con más frecuencia la paciente) tiene un ojo seco grave que no cede a tratamientos clásicos de la lubricación ocular, presente dolor ocular o inflamación de la esclera, la córnea o intraocular.
Manifestaciones como la escleritis o vasculitis son indicadores de que pueden estar afectadas otras partes del cuerpo y por norma general es necesario el tratamiento sistémico con inmunomoduladores. Cuando hay riesgo de oclusiones vasculares, se debe añadir también un tratamiento anticoagulante.
Las revisiones oftalmológicas pueden ayudar al diagnóstico precoz de este tipo de enfermedades y también a prevenir complicaciones graves. Revisa tu vista al menos una vez al año.